Disfrute de la experiencia única de un crucero inmóvil...
Suba a bordo de Le Caprice y tómese un respiro de la vida cotidiana. Este antiguo velero ha sido sacado del agua y puesto en dique seco, donde se ha transformado en una confortable suite marina para un máximo de 2 adultos y 3 niños.
El confort de la suite principal en la proa del barco es suficiente para dar envidia a sus hermanas de tierra firme. Y qué decir del camarote de popa, un refugio de ensueño para los niños. Toda la tripulación se reúne en el salón para desayunar, y luego se va a leer o a relajarse en la cubierta, que hace las veces de azotea privada... Un sueño despierto.
Atención: debido a su carácter atípico, este alojamiento no forma parte de las habitaciones del hotel como tal (no clasificadas).